jueves, 19 de abril de 2012

Porque la amo...

Desde hace casi dos años soy papá de una niña.
Ya me he estado preparando para saber como hablar con mi futuro yerno. Pensaba que jamás estaría listo para ver a mi hijita en los brazos de otro hombre que no sea su papá. Pero finalmente escribí un contrato que le daré al muchacho que algún día ella me presente y que el ...tendrá que firmar (cuando ella tenga mas de 30 años, claro). Creo que lo que escribí es lógico, y solo es para cuidar a mi niña en santidad e integridad de corazón. No creo que sea exagerado, es solo para cuidar a mi bebé.

Términos y Condiciones para salir con mi hija.

Condición uno:
Si entras en mi calle y tocas la bocina del automóvil, será mejor que estés repartiendo algún paquete, porque tan seguro como que existe el infierno, que no recogerás nada aquí.

Condición dos:
Tú no tocas a mi hija delante mío. Puedes mirarla, tanto como quieras, mientras no mires nada por debajo de su cuello. Si no puedes mantener tus ojos o tus manos lejos del cuerpo de mi hija, te los arrancaré...(en el amor del Señor, claro).

Condición tres:
Estoy al tanto de que los chicos considerados como chicos "modernos" de tu edad, usan sus pantalones tan sueltos que parece que se les caen de las caderas. Por favor, no tomes esto como un insulto, pero aun así, quiero ser justo y abierto de mente sobre este tema, así que te propongo un acuerdo: Puedes entrar por la puerta enseñando tu ropa interior y con tus pantalones diez tallas más grandes y no pondré ninguna objeción. Pero, para asegurarme de que tu ropa, en efecto, no se te saldrá durante el curso de la cita con mi hija, la aseguraré a tu cuerpo con una engrapadora eléctrica.

Condición cuatro:
Estoy seguro de que te habrán dicho que en el mundo de hoy, practicar el sexo sin utilizar un "método seguro" de algún tipo, puede matarte. Dejame aclararte algo: cuando se refiere al sexo con mi hija, yo soy el seguro, y ten por seguro que te mataré si la tocas antes de casarte. Amén?

Condición cinco:
De cara a conocernos mejor, tú y yo deberíamos hablar de deportes, política u otros temas del día. Por favor, no hagas esto. La única información que necesito de ti es una precisa indicación de a que hora pretendes traer a mi hija sana y salva a casa... y la palabra clave que necesito oír de ti respecto a este tema es "TEMPRANO". Ahórrate el resto de la charla, tengo cosas mas importantes que hacer que tratar de conocerte.

Condición seis:
No tengo ninguna duda de que eres un chico popular. Esto esta bien, mientras mi hija diga que esta bien. En caso contrario, una vez que hayas salido con mi hija, continuarás saliendo "solo" con mi hija hasta que ella te deje. Si la haces llorar, yo también te haré llorar...y no por que te va a caer la unción, precisamente.

Condición siete:
Mientras esperas en mi recibidor, a que mi hija salga, y pasa mas de una hora, no suspires ni te pongas nerviosito. Si quieres llegar a tiempo al cine, no deberías salir con mi hija. Mi hija se esta maquillando. Un proceso que puede tomar más tiempo que pintar la estatua de la libertad. En vez de estarte ahí de pie sin hacer nada, podrías hacer algo útil, como cortar mi césped o cambiarle el aceite a mi auto.

Condición ocho:
Los siguientes lugares no son adecuados para citarse con mi hija: lugares en los que haya camas, sofás o cualquier cosa mas suave que un tronco de madera. Lugares en que no haya padres, policías, pastores o monjas a la vista. Lugares oscuros. Lugares donde la gente baile, se tome de las manos o se divierta. Lugares en que la temperatura ambiente sea lo suficientemente cálida como para inducir a mi hija a usar pantalones cortos, tops, camisetas cortas o cualquier otra cosa que no la tape hasta el cuello. Deberán evitarse también las películas con escenas románticas. Las películas de Rambo, Rocky o de guerra, están bien.

Condición nueve:
No me mientas. Puedo parecer barrigón, canoso, de mediana edad, y hasta un viejo. También es posible que comentes con tus amigos: "No puedo creer que este viejo algún día haya sido el Pastor de los jóvenes!". Pero por haber tratado con jóvenes toda mi vida, se en lo que estás pensando todo el tiempo de tu miserable vida. Así que, en temas relacionados con mi hija, haz de cuenta que soy el dios del Universo, sabelotodo, todo poderoso y sin piedad. Si te pregunto a donde van y con quien, tienes una sola oportunidad para decirme la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Tengo una pala y un terreno grande detrás de mi casa. No juegues conmigo. Horrenda cosa es caer en las manos del viejo que algún día fue el Pastor de los jóvenes.

Condición diez:
Ten miedo. Mucho miedo. Me cuesta muy poco confundir el sonido de tu auto en mi calle con el de un vietnamita corriendo hacia aquí con un hacha en la mano.
Unas raras voces en mi cabeza frecuentemente me dicen que afile mis cuchillos mientras espero que traigas a mi hija a casa. Tan pronto como entres en mi calle, debes salir del auto con ambas manos a la vista. Di la contraseña para pasar el perímetro, anuncia en voz alta y clara que has traído a mi hija a casa sana y temprano. Después regresa a tu auto (no hay necesidad de que entres en casa, con que te haya visto la cara una vez me basta)
La cara camuflada en la ventana soy yo. No hagas caso del pequeño puntito rojo de luz que tienes en la frente.

Dios te bendiga y te guarde.
Firmado: Dante Gebel, Padre de mi hija y Siervo del Señor.